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El vilipendio como forma narrativa. ¿Sólo los ‘populistas’ lo usan? A propósito del libro ‘Los ingenieros del caos’

Por Lidia Ferrari

Requiem | Germán Gárgano

En este desconcierto narrativo y político en el que vivimos ciertas maneras del intercambio social y la fragua de lo político se nos escapan como agua entre los dedos. Las categorías que poseemos parecen no alcanzar. Nos sostenemos en ellas para no colapsar frente a las aceleradas transformaciones sociales, políticas, económicas. Quizás nos estamos transformando a su ritmo sin darnos cuenta. Voy a comentar un libro que pretende iluminarnos frente a este ‘caos de cosas’. Se trata de ‘Los ingenieros del caos’ del italiano Giuliano da Empoli. Podemos confundirnos y creer después de leerlo que entendemos mejor lo que sucede en el mundo. Esa es su presentación. Si hay algo que pulula frente a este ‘orden de cosas’ desordenado son manifiestos o propuestas que pretenden aclarar nuestro desconcierto. Dudemos. Con solo leer sus dos primeras páginas advertí que su intención era convencer de que la experiencia política del M5S en Italia formaba parte de una serie que llama ‘nacional-populismo’ o ‘internacional populista’ que es algo muy malo para todos. Como vivo en Italia y he visto desde su nacimiento la construcción del M5S puedo contrastarlo. Cuando se ocupa del capítulo italiano lo hace a través de una forma narrativa ‘vilipendiosa’. Llena de adjetivaciones y sornas, como cuando relaciona al gobierno de Giuseppe Conte con un carnaval, escarneciendo ese gobierno y al carnaval. Me costó mucho seguir adelante con su lectura por su descalificación nutrida de errores y falsedades. Más adelante, cuando se ocupa de lo que llama ‘ingenieros del caos’ para manipular elecciones, hay algunos momentos de análisis. Pero siempre desde una apuesta ideológica que intenta pasar desapercibida. Este libro es un capítulo más de la campaña de desinformación y vilipendio que sufrió el M5S desde su nacimiento.

Tres conclusiones para empezar.

  1. Cuando uno tiene enfrente un libro de crónicas recientes, los llamados Instant Book, sugiero a los lectores observar el año en que fue publicado. ¿En qué año lo estoy leyendo? ¿Qué sucedió entre esas fechas? En este caso lo que plantea el libro, publicado en 2019, se ve absolutamente desmontado por los acontecimientos inmediatos y posteriores de los que se ocupa.
  2. Cuando un evento o movimiento político es lo suficientemente disruptivo, en lugar de admitir que no lo entendemos, se lo fuerza con categorías conocidas. Es más sencillo que una práctica rigurosa de investigación.
  3. No pienso que este libro sufra por falta de conocimiento, sino que se trata de una operación intelectual para desacreditar al M5S. Este es su blanco. Para ello lo coloca en la serie de una tal ‘internacional populista’ de derecha manipulada por los ‘ingenieros del caos’.

Arrimo conclusiones antes de los argumentos pues en estos tiempos pocos leen textos hasta el final.  El autor se ocupa de lo que denuncia como ingeniería del caos. Esto es, las transformaciones políticas actuales debido a los cambios colosales que introducen las nuevas tecnologías. Lo que se decanta de la lectura de este libro no son sólo ciertas precisiones acerca de las tecnologías para la construcción de subjetividades políticas y para la manipulación en campañas electorales sino que también produce una ecuación identificatoria entre esos ‘ingenieros del caos’ y el llamado ‘nacional-populismo’ o ‘populismo internacional’. Lo que produce, desde su forma narrativa, es una indiferenciación de países y de políticas y una especie de conglomerado global en sintonía con eso que llama ‘Internacional populista’. El libro presenta conclusiones generales sobre eventos absolutamente coyunturales.

El significante populismo

El significante populismo así utilizado tiene una orientación ideológica precisa, la de identificar a quienes entran dentro de esa casilla como demagogos, neofascistas, derechas anti inmigrantes, etc. Lo que se trata es de ocluir el significante ‘popular’ o declinarlo en ‘populismo’, no con el sentido de una lógica de la construcción política como hace Ernesto Laclau o como Jorge Alemán cuando plantea que sólo habría populismo de izquierda. Nada de análisis de una lógica de construcción política hay en este libro. Está usufructuando operaciones previas sobre el significante populismo que cristaliza sentidos denigratorios de esa palabra. ¿Pero qué sentidos se pretenden imponer? Por un lado, hacer una ecuación directa entre populismo y neofascismo o demagogia de ultraderecha. Esta operación opaca u oculta una lógica neoliberal antipopular, deslizando todo lo negativo en la ecuación derecha-ultra derecha = populismo. Lo que subyace es una devaluación de lo popular en sentido amplio o de las políticas nacionales y populares. En América Latina sabemos de qué hablamos cuando decimos nacional y popular. Este libro bastardea la fórmula ‘nacional populismo’ pero no explica a qué se refiere. Es una operación similar a la de los psicólogos de las masas del siglo XIX que inventaron la idea de las ‘masas’ como una horda irracional y manipulable, acusándola de todos los males de esa época. La intención intelectual era devaluar el avance de movimientos como el marxismo, el anarquismo, socialismo. Había que frenar las protestas populares[i]. Quiero decir que este libro se coloca, engañosamente desde una vereda más de izquierda, para contribuir a una operación de denigración de lo popular, mezclando el agua y el aceite. Lo hace cuando encadena en la serie Trump, Putin, Brexit, Salvini, Orban a los Gillet Jaunes y al M5S.  

Dos dimensiones mezcladas

En esta operación hay dos dimensiones mezcladas que generan confusión. Por un lado, el estudio de los nuevos dispositivos tele-tecno-mediáticos que son capaces de manipular la política, eso que llama los ingenieros del caos[ii]. Por otro lado, las construcciones político-partidarias, las ideologías, los recorridos políticos de cada nación. Estos dos ámbitos son mezclados para identificar algunos movimientos o personajes políticos con esta lógica de la manipulación. Como si esta ‘ingeniería’ a partir de los dispositivos de la infoesfera sólo fuera utilizada por esos personajes o movimientos que menciona como los nacional-populistas o los de la ‘internacional populista’.

¿Cómo logra entreverar y confundir estas dos dimensiones? Con similares procedimientos a los que critica. El uso intensivo de agravios y calumnia de los adversarios se realiza también en este libro. ¿De un modo más sutil? Quizás. Sólo que el resultado es similar. El uso insistente de apelativos afectivos acerca de personajes y movimientos. Adjetivaciones, escarnio, críticas… La lógica es clara. Explica cómo actúan los ‘ingenieros del caos’ y luego menciona, selectivamente, quienes son los que usan esos procedimientos. Como dice el tango Cambalache ‘en el mismo lodo todos manoseados’.

El pequeño gran problema del libro es que esa serie la configuró en un determinado momento político, los años 2018/2019, cuando coincidían Trump, Bolsonaro, el M5S y Salvini, Brexit, Putin. Lamentablemente para la tesis del libro, con los mismos procedimientos de manipulación política, luego Trump perdió las elecciones, hubo desbande político en Gran Bretaña, Salvini cayó por el propio peso de su ambición y mala jugada política, el M5S hizo un gobierno de alianza con el PD, lo que sería la izquierda. Y Lula, luego de haber estado preso, retornó a gobernar Brasil. Demasiadas excepciones para que sirvieran a confirmar la regla de lo que viene diciendo el autor. Facebook que, de acuerdo al autor, sirvió al lanzamiento de Trump, llegó a cerrarle la cuenta por al menos dos años, una censura impensable en el paraíso de la libertad. Muchos cambios en poco tiempo como para que las conclusiones del autor puedan sostenerse.

No podemos dejar de relacionar con el momento actual donde en Rumania, que se acaba de elegir un candidato menos alineado con la OTAN, Calin Georgescu, la Corte Suprema del país decidió que esas elecciones no eran válidas por la injerencia Rusa a través de TikTok.  Es algo delicado aseverar que todo se rige por el algoritmo o por los ingenieros del caos. Su presencia es incontestable, pero, a veces, los pueblos eligen en contra de lo que se supone imponen los algoritmos. Algoritmos que no se direccionan solos, sino que son direccionados por grupos de poder.

Podríamos recuperar algo de su descripción de la colosal potencia de los actuales medios de los que dispone el Poder para hacer de las democracias un simulacro. Pero no lo plantea así. No se trata de una crítica a las corporaciones, al neoliberalismo, a los grupos de poder. Se ocupa de algunos políticos o políticas que coloca en el eje del mal para adosarle el reciente gobierno del M5S-Lega, gobierno ‘Giallo-verde[iii]’ de 2018.  Se sirve de poner en esa serie de malvados populistas al M5S, que es su blanco.

Breve síntesis del M5S para contrarrestar los enunciados del libro

El M5S se funda en 2009 por Beppe Grillo y Casaleggio contra el sistema político italiano, de estable connivencia entre izquierda y derecha y con el protagonismo de Berlusconi por veinte años. Se trató de una construcción desde las bases, sin apoyo político o mediático. La forma en que pinta a Gianroberto Casaleggio, el socio de Beppe Grillo en esta empresa, es disparatada. Hace de él un ‘ingeniero del caos’ semejante a Bannon y Finkelstein, los mentores de Trump y de Orban.

No menciona cómo este movimiento renace de las cenizas de un descontento acallado en lustros berlusconianos. Fue gracias a esta empresa atípica y disruptiva que se fueron encendiendo poco a poco los apáticos e indiferentes italianos. Sobre todo, por las plazas que recorría Beppe Grillo con su capacidad oratoria. Ese movimiento, con los inscriptos que elegían on line a los candidatos, llega en marzo 2018 a ser el principal partido en las elecciones con más del 32% de los votos. No le alcanzaba para formar gobierno. Se producen tratativas durante tres meses para no ir nuevamente a elecciones. Se alcanza un acuerdo, después de firmar un contrato sobre las medidas que se deberían realizar, con La Lega de Salvini. Medidas que hicieron que el gobierno de Conte fuera el más transformador de los últimos treinta años para bien de los italianos[iv].  Obviamente estas medidas que fueron devaluadas o silenciadas por la prensa italiana fueron una a una demolidas por el gobierno Draghi y, sobre todo, el gobierno actual Meloni, salvo la reducción de los parlamentarios hecha en base a un Referéndum.

El gobierno asume a mediados de 2018. El autor dice que Salvini era el hombre fuerte de ese gobierno. Así lo creía Salvini y la propaganda nacional e internacional que vilipendiaba al M5S a través suyo. Lo que falta en este libro es que Salvini, envanecido de sí mismo, hace caer el Gobierno de Conte creyendo que se iba a elecciones y él resultaría ganador. Una jugada maestra de Conte hizo que pudiera formar un nuevo segundo gobierno en alianza con el PD. Salvini salió de la escena, con una palmada en el hombro de Conte en el Parlamento que hizo historia. El problema es que este gobierno era demasiado progresista, en serio, para los poderes reales en Italia. El segundo gobierno Conte, aliado con el PD, continúa su travesía de reformas. Lo alcanza la Pandemia como primer país occidental. Con un trabajoso esfuerzo, Conte logra que la Unión Europea ofrezca una gran ayuda económica a los países europeos sin endeudarse y la mejor tajada va para el país más perjudicado por la Pandemia, Italia. Sin dudas, el ingreso de tanto dinero colaboró a que, a inicios del 2021, el ex Premier Renzi rompiera con el PD y provocara la caída del segundo gobierno Conte, después de casi tres años de excelente gestión. El político más antipopular de Italia, Renzi, hace caer al político más popular de Italia, Conte, en ese momento. 

Sube el gobierno Draghi, histórico jerarca de las finanzas internacionales y accede luego el gobierno Giorgia Meloni. Las medidas extraordinarias de los gobiernos de Conte fueron derribadas una a una. La primera, el reddito de cittadinanza que durante casi tres años ayudó a más de 5 millones de familias italianas. Se hizo una campaña colosal contra esa medida, porque, decían, fomentaba la vagancia y hacía perder trabajos genuinos. Desde que apareció el M5S el mainstream comunicacional y político los da por muertos. Los dan por muertos porque no los pueden matar. Hace quince años continua su camino transformándose, con retrocesos y avances. Muy golpeado por la monolítica narrativa mediático-política italiana. Tiene razón el autor cuando dice que es una invención italiana, pero le asigna una calificación negativa porque es ‘populista’.  La operación es simple. Primero dice que lo malo es ser populista y luego define al M5S como populista. Ecuación: populista= malo=M5S.

Cuando en 2008 llegué a vivir a Italia me sorprendió la despolitización y la indiferencia de los italianos. Berlusconi ha sido mucho más que un gobernante farandulero y que hacía leyes ad personam. Instaló durante veinte años una cultura de menefreguismo y, sobre todo, de individualismo y de ilegalidad. Sus peores enemigos eran los jueces a los que consideraba comunistas y algún eventual periodista que lo criticaba. Pero ese es otro capítulo. El capítulo de la política y la sociedad italiana es muy difícil de describir. De alguna manera como el peronismo lo es para tantos argentinos y extranjeros.

Cuando insiste el autor a poner en esa serie de ‘populistas’ a Conte y el M5S, con Trump y otros ‘hombres fuertes’ de la internacional populista se equivoca. El gobierno de Giuseppe Conte fue el más progresista de los últimos al menos treinta años de Italia que tantos rezagados se niegan a reconocer. Se equivoca cuando dice que este “experimento psicopolítico de vanguardia” haya sido construido por los ingenieros del caos para dar vida al “primer gobierno a tracción integralmente nacional-populista de Europa occidental”. Salvo que discutiéramos el sentido de lo que sería ‘nacional-populista’.

No es azaroso sospechar que este libro fue escrito dentro de la operación político-mediática-cultural de defenestrar al M5S. Se publicó durante el primer gobierno Conte. Estaban asustados. Pero no porque estaba Salvini en el gobierno, sino por las medidas que se habían comprometido a realizar. Llamativamente el libro no habla de las medidas de reforma excepcionales para la historia reciente italiana. Habla de Salvini y la gestión de la inmigración. Pero lo que les asustaba y les asusta es su intención de reformar la política italiana, en avanzar a favor de causas populares. En este momento, en la Unión Europea el M5S forma parte del grupo Gauche (Izquierda), está claramente contra el armamentismo de Ucrania mientras que Meloni y el PD lo apoyan, aunque sea a costa de recortar sanidad, jubilaciones, etc. Se ha declarado el M5S a favor de declarar Estado a Palestina y contra Netanyahu. Y, sobre todo, una batalla por el salario mínimo. Aunque no se crea, Italia no tiene salario mínimo. Es el país de Europa con decrecimiento del salario en los últimos 30 años, el único en Europa con decrecimiento del salario real.

Soberanistas versus europeístas

En el momento de la publicación del libro estaba presente una dicotomía entre soberanistas y europeístas. Desde el autor, soberanismo forma parte de una posición denigrada de derecha, asociada al mentado ‘populismo’. El mal del soberanismo provenía de que se identificaba con la xenofobia, chauvinismo y antinmigración. Pero hay una declinación que se pasa por alto: es la de un soberanismo que defiende los intereses del estado nacional frente al poder de las corporaciones y de la globalización. Aquí no se tiene presente que enunciarse como soberanista se puede realizar desde la izquierda o desde la derecha. Diferentes acepciones que se pierden en la cristalización negativa del mote ‘soberanista’ como en ciertos momentos, cuando dice: “Una agenda soberanista, putiniana y orbaniana, encarnada por Salvini e impulsada por el algoritmo populista desarrollado a lo largo de los años por los Casaleggio. Esta es la verdadera Bestia”. Esta frase es parte de la construcción narrativa que desde el vamos signó negativamente al gobierno de Conte. Identificarlos con el Mal. Cualquier coincidencia con el tratamiento mediático de algunos gobiernos populares argentinos, no es pura casualidad. Se trata de un modus operandi que el autor del libro pretende describir críticamente, pero usa frecuentemente.

El M5S es soberanista en el sentido que Conte fue a defender a Italia en la Unión Europea, con China y con Estados Unidos como no lo hace el presidente Meloni declamada soberanista antes de llegar al gobierno. Los argentinos entenderán cuando una de las primeras medidas de Meloni para mostrar su alineación con USA fue borrar el acuerdo con China que había firmado Giuseppe Conte sobre la Vía de la Seda, de conveniencia comercial para Italia. Este año, porque las papas queman y su arrodillarse a USA le sale caro, Meloni viajó a China y retornaron a los acuerdos firmados por Conte. Lo mismo que pasó en Argentina. Milei y Meloni se parecen mucho, también en lo que le van quitando a sus pueblos. Se sostienen bien porque funcionan algunos de los procedimientos que describe el autor: muchas mentiras y mucha complicidad mediático-política.

La narrativa del M5S desde su fundación iba contra la casta político-mafiosa que en Italia es omnipresente. Su slogan era ‘la honestidad se pondrá de moda’. Cuando tuvieron oportunidad de gobernar lo hicieron en acuerdo a su programa electoral. Cuando Meloni o Milei pretenden presentarse contra la casta, lo hacen de manera propagandística apropiándose de una reivindicación popular o clasista. Cuando llegan al gobierno van descarnadamente en contra de los intereses populares. Se dice lo mismo, pero se hacen cosas muy diferentes. Por eso, porque en Italia la defección del PD, supuesto partido de izquierda, ha sido ostensible, los del M5S dicen: “es de izquierda quien hace cosas de izquierda”. Es una clara frase para estas épocas en que está devaluada la diferenciación derecha-izquierda. En algunos casos con razón, cuando partidos de izquierda tradicionales europeos suscribieron a rajatabla las agendas neoliberales y defeccionaron de sus principios.

La identificación con el mote de ‘populismo’ a una variedad de partidos y personajes sirve para confundir. Confunde entre los que van a favor de los intereses populares en serio y los que van a favor de los intereses de los dueños del Poder financiero, corporativo, mafioso, etc. Esta distinción se tendrá que evaluar coyunturalmente, en cada caso, en la historia de cada país, y en cada momento de ese partido o de ese personaje político.

Mis reflexiones en torno a algunas consideraciones del libro

El autor plantea que la ingeniería del caos funciona así: “descubre de qué está descontenta la gente, le dice que es culpa de Europa y la hace votar por el Brexit”. El autor parece ser europeísta, por lo tanto, el Brexit es el resultado de una manipulación. No estoy diciendo que eso no haya ocurrido. Digo que se trata de una manera en la cual se mezclan las dos dimensiones que describí antes. Funciona una especie de inversión metaléptica[v], la figura retórica por la cual se confunde la causa de un fenómeno con sus efectos, y viceversa. En ese sentido, circula entre quienes analizan el problema de la construcción del malestar de la población y la manipulación de ese malestar, la idea de que primero está el malestar claro y distinto, y luego vienen los entes manipuladores, los ingenieros del caos a ofrecer soluciones. En cambio, la manipulación empieza antes, construyendo ese malestar. El malestar no es ‘de la gente’ sino que es creado ‘para la gente’. Se puede inventar el malestar como se pueden imponer los ‘deseos’ de consumo. Hemos visto gobiernos apoyados popularmente y rechazados por los grupos de poder, envueltos en un bombardeo narrativo que crea ansiedad, temor y odio en las personas. Cuando los medios bombardean con la inseguridad, se inventan corruptos y corrupciones que no existen, se alienta la violencia y se transforma a un determinado sector como enemigo, se crea un clima de malestar, se promueve la irritación. Los publicitarios dicen que la irritación es un afecto a provocar porque vende. Es en este estado de irritación y malestar continuo que un buen gobierno puede verse reprobado por efecto de las narraciones más que por las condiciones concretas, por ejemplo, económicas. Lo hemos visto en Argentina. Así como en el libro se menciona al primer gobierno Conte como el peor de la historia de la república italiana también en Argentina hemos visto que el último gobierno ha sido narrativamente vapuleado desde adentro y afuera. Se hablaba del peor gobierno de la historia o ‘peor no se puede estar’. Basta viralizar ese enunciado, como hacen los expertos spin-doctor, para que la gente lo repita como loros.  Se convenció a una mayoría de argentinos que ‘así no se podía seguir’. La repetición de lo oído como síntoma ecolálico no es un fenómeno ajeno a cada uno de nosotros. Hablamos en la lengua con la que nos hablan. Eso ya puede ser considerado como un efecto de adoctrinamiento. La lengua es nuestra morada y usamos las declinaciones que escuchamos más frecuentemente. Así como se va modificando nuestra lengua, con ella también se modifican nuestras ideas. Este libro, a mi modo de ver, es parte de una operación sagaz que sabe hacer uso del vilipendio como forma narrativa.

Espero de un trabajo serio sobre política menos escarnio, más información y análisis de esa información. No le vamos a pedir conceptualización rigurosa porque no se trata de un libro de teoría política. Su información es tendenciosa y usa, como ya dije, el escarnio, la sorna y el cinismo. Es similar a la estrategia narrativa de los ‘nacional populistas’ que critica. Nos identificamos con lo que dice porque no deseamos equipararnos al adversario vilipendiado. El uso de la calumnia y las afirmaciones infamantes están a la orden del día en el ejercicio de la política y de la estrategia narrativa que pretenden instalar determinadas ideologías.

Practica narrativamente el “divide et impera” como lo he analizado en mi texto ‘Divide et impera en clave neoliberal’[vi]. Nos propone un campo dividido sin resto, es decir, estás de un lado o estás del otro, con la intención de construir dos espacios cerrados. La dinámica de lo social y de lo político es inacabado, en estado de construcción permanente y contingente. Es la heterogeneidad lo que permite el juego de la política, cuando se la puede ejercer. Más aún en estos tiempos que la dinámica de los acontecimientos se han acelerado de tal manera que cuando hemos arribado a alguna conclusión que nos da un respiro, sucede algo que lo derrumba. Cuando ubica al M5S en una serie cerrada llamada ‘nacional-populismo’ o ‘internacional populista’, usa denominadores para devaluar y no describir. Pienso que la proliferación de ‘ismos’ en los últimos tiempos se corresponde con cierta dificultad de entender los acontecimientos. Se imponen nombres para circunscribir la identidad de fenómenos que, por lo general, se escabullen.  Ya sea porque no se los entiende o, como en este libro, para imponerles un sentido determinado. Dice Heidegger: “Es verdad que hace tiempo que se desconfía de los «ismos». Pero el mercado de la opinión pública reclama siempre otros nuevos y por lo visto siempre se está dispuesto a cubrir esa demanda”[1]. A diferencia de ese lejano 1947 de Carta sobre el humanismo parece que en estos tiempos ya no se desconfía de los «ismos». Más bien, se los precisa, para cristalizar sentidos y para apresar lo inapresable.

Obviamente, el M5S, como movimiento inédito de construcción política tuvo muchos vaivenes y algunos errores. El más grande fue el de ingresar al Gobierno Draghi presionados por Beppe Grillo. El partido de Meloni fue el único que quedó fuera de ese experimento de transición, lo que la benefició como opositora. Los italianos la votaron y terminó siguiendo exactamente la agenda atlantista de Draghi. El otro problema más actual es el de la lucha interna entre Conte y Grillo. Hace pocos días concluyó la primera Asamblea Constituyente a partir de la cual hubo un gran protagonismo de los inscriptos y por voto democrático de las bases se impusieron líneas para recuperar la presencia política, un intento de refundar el movimiento. Sin dudas que quien salió reforzado ha sido Giuseppe Conte, ya que la mayoría de los inscriptos votó por la cesación del carácter de garante de Grillo. Sospecho que la lucha de Grillo contra Conte sea producto de celos y falta de generosidad política. Ha confesado que prefiere que desaparezca el M5S que ha fundado a que crezca sin su comando. Pero hasta los que han votado por su alejamiento agradecen a Grillo y Casaleggio por este invento político italiano que sigue su curso.

El autor dice: “En el poder en Italia está el gobierno más extremista que la República ha conocido en los setenta años de su historia, empeñado metódicamente en desmantelar sus principios fundamentales, desde la pertenencia europea al respeto al Estado de derecho, con una mezcla por ahora irresistible de fanatismo, cinismo y pura y simple temeridad”, sólo podemos leer una intención maliciosa[vii].  Adjetivación pura, pues no dice cuáles son los principios fundamentales que quiere desmantelar, ni cuál es su ataque al estado de derecho, no presenta dónde está el uso del fanatismo y cinismo. Es una operación narrativa similar a la que describe que realizan los ingenieros del caos. Enardecer las emociones negativas, la rabia. Tanto es así que comenta una cita que supuestamente dijo Casaleggio acerca de la inmigración. Fui a indagar y el periodista que lo sostuvo fue condenado a resarcir daños por difundir una noticia falta y difamatoria. La sanción le llegó en 2018, antes de ser publicado este libro[viii]. Insisto. El autor dice que Finkelstein, el Spin Doctor del presidente Orban, centralizó sus campañas electorales transformando el adjetivo liberal en un insulto. Es precisamente lo que realiza el libro: convertir el mote populista o nacional-populista en un insulto.

Cuando se menosprecia y critica al M5S se puede parafrasear la manera en la que respondió el Abad de Baigné cuando decían que estaba loco por haber aceptado un desafío que consideraban imposible: “…carecían de imaginación, ya que al considerar todo lo que no sabían hacer, los cortesanos cometían el error de concluir que por no saber hacerlas eran imposibles”[ix]. Hace falta, mucha falta, la imaginación política. Se están agotando esquemas conocidos del ejercicio de la política. Estamos transitando una época propicia para que florezcan gurúes y profetas políticos e intelectuales. Quienes se expresan con certeza y convencimiento convocan a seguidores aturdidos por la confusión. 

Acuerdo cuando dice que el megáfono de Trump son los indignados que le dan publicidad. Se trata de salir de la lógica de la indignación y ejercitar más la crítica y la imaginación, lo que no se cumple en este libro que nos quiere indignados contra el ‘nacional-populismo’.

P.D. El autor del libro “Los ingenieros del caos”, Giuliano da Empoli, ha sido miembro del Comité Directivo del Grupo Bilderberg, en 2023


[i] Para profundizar remito a mi texto ¿Quién inventó la ‘psicología de las masas’? de 2021

[ii] No hay nada novedoso allí, si no se ha leído otros textos, incluso artículos periodísticos. En ese sentido lo más interesante y riguroso para pensar el tema de la manipulación narrativa en la política son algunos libros de Christian Salmon, como Storytelling, por ejemplo.

[iii] Gobierno ‘giallo-verde’ (amarillo-verde) se llamó a ese primer gobierno de Conte por la alianza entre el M5S (amarillo) y la Lega (verde). El segundo gobierno Conte lo llamarán ‘giallo-rosso’ (amarillo-rojo) porque estará formado con el PD (supuesta izquierda).

[iv] Algunas medidas importantes llevadas a cabo por los dos Gobiernos de Conte: Reddito di cittadinanza (asignación universal a personas de bajos recursos), Ley limpia corruptos, leyes contra la mafia, incentivo para contrarrestar los trabajos precarios, leyes para cárcel a los grandes evasores, aceleración contra la burocracia, leyes para desincentivar los juegos de azar, recortes de las pensiones de oro (la situación de los parlamentarios italianos es de no creer, las abultadas pensiones las siguen cobrando sus herederos), y el recorte del número de parlamentarios a través de un referéndum: se pasó de 945 (sic) parlamentarios a 600, un número difícil de encontrar en otro país occidental, el Superbonus 110% de incentivo a reformas edilicias de menor consumo energético que hizo crecer el PBI, etc.

[v] El tropo retórico de la metalepsis tiene una compleja historia. La metalepsis es una metonimia que consiste en tomar el antecedente por el consiguiente, o al revés. Lo que nos interesa de la metalepsis es que enuncia la posibilidad de confundir la causa de un fenómeno con sus efectos, y viceversa.

[vi] Lidia Ferrari. “Divide et Impera en clave neoliberal”. En revista Lacan Emancipa, 2019. https://lacaneman.hypotheses.org/349

[vii]  “Al potere in Italia c’è il governo più estremista che la Repubblica abbia conosciuto nei settant’anni della sua storia, metodicamente impegnato a smantellarne i principi fondamentali, dall’appartenenza europea al rispetto dello Stato di diritto, con un mix per ora irresistibile di fanatismo, di cinismo e di pura e semplice incoscienza.” Empoli, Giuliano Da. Gli ingegneri del caos: Teoria e tecnica dell’Internazionale populista (Italian Edition) (p. 119). Marsilio. Edición de Kindle.

[viii] umbertodavide.it/diffamazione-a-mezzo-stampa-sanzione-pecuniaria/ https://www.ilblogdellestelle.it/2018/11/la_stampa_calabresi_e_iacoboni_condannati_a_risarcire_silvia_virgulti_per_una_notizia_falsa_e_diffamatoria.html

[ix] Quignard, Pascal. El odio a la música. Buenos Aires, El cuenco de plata, 2012. P. 120.


OpenEdition le sugiere que cite este post de la siguiente manera:
#LacanEmancipa (16 de diciembre de 2024). El vilipendio como forma narrativa. ¿Sólo los ‘populistas’ lo usan? A propósito del libro ‘Los ingenieros del caos’. #Lacanemancipa Revista de la izquierda lacaniana. Recuperado 9 de febrero de 2025 de https://doi.org/10.58079/12xx1


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